Muchos papás y mamás nos preguntan si pueden tomar golosinas
sus hijos. La respuesta siempre es la misma: no se debe abusar de ellas.
Las “chucherías”, como todos las conocemos, son productos
elaborados que contienen sobre todo azúcares simples, grasas y sal. No
contienen los nutrientes necesarios para una alimentación equilibrada, como
pueden ser las vitaminas y minerales.
Además, el exceso de chucherías puede llevar a tus hijos a
padecer caries, trastornos intestinales e incluso obesidad.
Debemos enseñar a nuestros peques que las golosinas no son
un sustituto de ninguna comida, y que pueden tomarlas aunque no todos los días.
Si quieres que tus hijos coman bien y no pierdan el apetito realizando comidas incompletas porque han comido muchas chuches, modera su consumo y no sustituyas nunca comidas mucho más saludables por golosinas.
Hay infinidad de golosinas naturales que pueden ayudarte a
enseñarle a alimentarse sano y a que lleguen incluso a preferirlas en lugar de
tantas chuches.
Mandarina, uvas, bolitas de melón o de sandía, cuadraditos de mango, moras, frambuesas, palitos de zanahoria o pepino, zumos de frutas de diferentes colores…
Por experiencia, cuando los peques se acostumbran a tomar estos bocados habitualmente, los convierten en sus favoritos antes que otras golosinas elaboradas que pueden ser más perjudiciales para su salud.
Si te fijas… muchas golosinas tienen el mismo aspecto que muchas frutas. Pero nuestra táctica debe ser justo la contraria: que las frutas y verduras tomen el aspecto de las golosinas!!!!!!!!. Un truquito es darles un toque de congelador a las frutas o sumérgelas en chocolate. Utiliza palitos de brochetas para elaborarlas. Notarás rápido el cambio en la alimentación de tus hijos y cómo se acostumbran a estos bocados tan sabrosos. Te pedirán sus chucherías artesanales!!!!.
Autor: Equipo Farmacia La Plazuela
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