Después del esfuerzo económico que han supuesto las Navidades en alimentación, regalos y gastos extra, comienza la conocida “cuesta de enero”.
Lo ideal es vivirla como un momento puntual y pasajero y no afrontarla como algo negativo, sino como un reto personal para demostrar que somos capaces de sacar a esa persona organizada y fuerte que guardamos en nuestro interior.
Nuestro principal consejo es que evitemos por todos los medios vivirlo con ansiedad o depresión. Debemos estar un paso por delante de los acontecimientos negativos que puedan sobrevenirnos, ya que a pesar de ser un momento crítico, no podemos dejar de pensar que va a pasar, que es pasajero.
Pensar en el presente es una opción más que beneficiosa, ya que poco a poco se van a ir resolviendo todas y cada una de las dificultades que se nos presenten. A nivel económico, conviene que evitemos gastos innecesarios y realicemos las compras con cabeza, llevando anotado lo que realmente vamos a necesitar.
A esto se suma que en enero y febrero podemos encontrar productos y artículos con descuentos muy interesantes. Acude a tus establecimientos de confianza.
Y recuerda… lo más importante siempre eres tú… las cuestas y las curvas con ayuda… son más fáciles de llevar.
Autor: Equipo Farmacia La Plazuela
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