Es una de las frutas de otoño más apreciadas por sus
propiedades nutricionales y medicinales.
Y como tiene muy pocas calorías y bajo contenido en hidratos de carbono se puede consumir
en dietas de adelgazamiento.
La granada es una fuente de antioxidantes, inclusive más que el vino
rojo y el té verde. Ayuda a prevenir numerosas patologías y es beneficiosa
para:
El corazón: reduce los niveles de colesterol malo y las
lesiones ateroscleróticas
La piel: Previene el envejecimiento prematuro de la piel y ayuda a la cicatrización
y a la regeneración de tejidos
La artritis: previene la aparición de la osteoartritis
Es diurética y drenante, facilitando la eliminación de líquidos
mejorando la función de los riñones.
Regula la presión sanguínea por lo que se recomienda a los hipertensos
Es antiinflamatoria y antiséptica
Uno de los estudios más interesantes y esperanzadores son los que se
centran en la capacidad de la granada para reducir la progresión de algunos
tipos de cáncer como el de próstata, mama y piel.
Se puede consumir sin límites excepto para las persona que padezcan
insuficiencia renal o tengan que controlar el aporte de potasio al organismo o
tomen diuréticos.
Además de consumir la granada fresca o en zumo hay muchas maneras de incorporarlas a la cocina, como lo demuestran estas 180 recetas de granada.
Autor: Equipo farmacia La Plazuela
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