Vive tu menopausia con naturalidad

La menopausia es una fase en la vida de las mujeres, no debemos considerarla como una enfermedad, ya que si nos preparamos para ella, podemos vivirla con total normalidad y aceptación.

Cuando ésta se produce, se inicia una etapa que se conoce como climaterio. Es el paso de la etapa fértil de la mujer a la vejez. Es importantísimo que la actitud que adoptemos ante la menopausia no sea traumática, ya que a pesar de tener algunos síntomas que pueden influir en nuestra calidad de vida, también nos puede aportar una madurez muy importante a nivel personal y en nuestra vida en pareja.

Es fundamental que las mujeres evaluemos el estado de nuestra salud y nos preparemos tanto física como psicológicamente a afrontar los cambios que se van a producir en esta etapa.

Para la mayoría de las mujeres este proceso comienza progresivamente alrededor de los 40 años. La menstruación es cada vez menos regular hasta que deja de aparecer alrededor de los 50 años. La disminución en los niveles hormonales (estrógenos y progesterona) causa cambios en la menstruación y en ocasiones provoca síntomas.

Estos síntomas son:

Cambios en el período menstrual con variaciones de flujo y de tiempo entre períodos.

Sensaciones repentinas de calor o sofocos en cara, cuello y pecho que pueden durar desde unos segundos hasta varios minutos.

Sudores nocturnos y problemas para conciliar el sueño. Trata de relajarte antes de dormir, prueba con una infusión, un buen libro. Las cenas deben ser ligeras y no copiosas.

Sequedad vaginal. La vagina queda expuesta a infecciones que pueden causar dolor y picor. También puede ser molesto e incluso doloroso mantener relaciones sexuales. Hay lubricantes y cremas hidratantes vaginales que pueden ayudarte.

Aumento de peso y cambios en la figura por la redistribución de la grasa corporal. Es importantísimo mantener una alimentación equilibrada y realizar ejercicio físico a diario como caminar o nadar.

Se orina más a menudo debido a la sequedad e inflamación de la uretra. Mantente hidratada, ya que se pierde mucho líquido al orinar con más frecuencia.

Cambios de humor relacionados con la falta de sueño: irritabilidad, cansancio, nerviosismo, depresión, etc. Trata de estar acompañada de familiares y amigos. No creas que estar a solas puede beneficiarte más.

Lo mejor es hacer que estos síntomas sean lo más llevaderos posible. A veces con un tratamiento adecuado, se resuelven sin problema. Tu médico o farmacéutico sabrá con seguridad orientarte al respecto. Para cada síntoma hay una solución pero es importantísimo que los combines con una alimentación sana y equilibrada, el ejercicio físico diario, el abandono de malos hábitos como el consumo de alcohol o de tabaco y la relajación junto al buen humor.

Piensa que no hay nada que no puedas hacer. Si te lo propones, puedes conseguirlo.