Eran unas conservas caseras elaboradas con esmero y cariño que nos duraban en la despensa todo el año.
Para elaborar unas conservas caseras seguras, debemos tener en cuenta la correcta selección de los alimentos y la buena práctica.
Las conservas necesitan varios procesos de manipulación de los alimentos al objeto de protegerlos de microorganismos patógenos y mantenerlos en las mejores condiciones posibles durante un mayor período de tiempo.
Las conservas más comunes son la salsa de tomate, mermelada y vegetales en vinagre. Debemos saber que existe una bacteria que es la que amenaza a este tipo de conservas, la 'Clostridium botulinum', que al contener toxina puede causar el botulismo e incluso la muerte.
Por eso, es necesario tomar medidas de prevención para evitar estos microorganismos y garantizar la seguridad del alimento.
La calidad del alimento que vamos a utilizar debe ser óptima: alimentos frescos, sin golpes ni magulladuras y de tamaño similar. Los alimentos deben lavarse adecuadamente y eliminar los restos de tierra y del mismo vegetal.
La higiene debe controlarse durante todo el proceso: las manos deben estar limpias y los utensilios y envases desinfectados y bien escurridos. Utilizar utensilios limpios para cada alimento.
Si sospechas que el alimento está en mal estado, no probarlo, ni siquiera un poco con el dedo.
Por este motivo, lo más importante a la hora de elaborar conservas en casa es incorporar buenas prácticas de higiene, de elaboración, supervisar cada paso y dedicar una especial atención a las pautas de la receta, tratamiento térmico, temperatura durante el proceso, temperatura de almacenamiento y vida útil de los alimentos.
Para más información puedes consultar:http://www.consumer.es/seguridad-alimentaria/ciencia-y-tecnologia/2008/03/05/175060.php
Autor: Equipo Farmacia La Plazuela
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